
Misión y Objetivos
Formando líderes que arden por el Reino de Dios, llenos de Amor, Unción y Sabiduría
La Escuela Ministerial Emaús tiene como MISIÓN formar líderes espirituales apasionados por el Reino de Dios, profundamente arraigados en el Amor del Padre, fortalecidos por la Unción del Espíritu Santo y guiados por la Sabiduría de las Escrituras.
Nuestros estudiantes —ministros, líderes y aspirantes al ministerio— son capacitados para:
Vivir con fidelidad a la Verdad Revelada.
Enseñar con fundamento y autoridad espiritual.
Influir en su entorno con una fe práctica que transforme vidas.
En Emaús, creemos que el liderazgo cristiano debe integrar la fe en todas las áreas de la vida y la sociedad, impactando iglesias, comunidades y naciones para la gloria de Dios.
Nuestra Misión:
La búsqueda de la excelencia ministerial en todos los siervos y siervas que ejercen o ejercerán el ministerio cristiano.
Trabajamos en conjunto con instituciones teológicas, denominaciones, redes ministeriales e iglesias locales para formar obreros fieles y competentes que marquen una diferencia espiritual y práctica.
Objetivo Primordial
Objetivos Particulares
Integrar y unir a ministros de diferentes denominaciones en torno a cátedras de desempeño ministerial impartidas por siervos con experiencia y sólida base bíblico-teológica.
Fortalecer el llamado y la vocación ministerial, ayudando a cada líder a identificar y desarrollar sus dones y talentos.
Proporcionar formación práctica que combine la excelencia doctrinal con habilidades reales para el liderazgo y el servicio.
Guiar a los alumnos a encontrar el camino más efectivo para su crecimiento espiritual, teológico y ministerial, elevando su nivel de preparación y compromiso.
Fomentar la colaboración interdenominacional, derribando barreras y construyendo puentes entre ministerios.
Nuestra Visión
La Escuela Ministerial Emaús nace con la expectativa y el anhelo de servir a la Iglesia de Cristo, a sus organizaciones, denominaciones y redes ministeriales, enfocada en preparar y formar a los ministros para que estos alcancen una excelencia en su labor y una efectividad en la extensión del Reino.
En un lapso de cinco años, la Escuela Ministerial Emaús deberá ser reconocida por levantar generaciones de líderes que caminan como los discípulos de Emaús: encendidos por el amor de Cristo, ungidos por el Espíritu Santo y firmemente establecidos en la sabiduría bíblica, ejerciendo un liderazgo transformador, lleno de verdad, gracia y poder en sus comunidades, naciones y culturas